Milagros inesperados
Milagros sucesivos, curación de un cáncer
A nicios del 2006 mi hijo mayor, entonces de 26 años, advirtió un abultamiento a un costado en la base del cuello. Luego de consultas médicas y exámenes de laboratorio, los médicos diagnosticaron un tumor maligno, un cancer linfático del tipo no-hodgkin.
En el 2006, dos de mis tres hijos vivían ilegalmente en los USA, por lo que la situación legal, la carencia de acceso a servicios de salud del enfermo, aumentaron significativamente la angustia, por la aparición de esa enfermedad.
Al enterarse, la novia, también adventista, le propuso que se casaran para que lo cubriera el seguro de ella y pudiera legalizar su situación en el país, lo cuál se pudo realizar.
En las consultas, el médico indicó que como resultado del tratamiento contra el cáncer, las posibilidades de quedar estéril eran muy altas, y/o aumentarían significativamente las posibilidades que sus hijos padecieran algún problema de salud o deformidad física, resultado de la corrupción genética causada por la radioterapia.
Antes de iniciar la primera parte del tratamiento, la quimioterapia, la esposa quedó embarazada. La quimioterapia fue ambulatoria, semanal, durante seis meses. Trabajaba desde lunes hasta el medio día del viernes. Cada viernes al medio día entraba al hospital para recibir la dosis de quimioterapia, y descansaba el sábado y domingo para sobrellevar y disminuir los efectos colaterales negativos y desagradables de la quimioterapia: Nausea, vómitos, cansancio, estado de ánimo disminuido, etc. Su fortaleza física no decayó, de tal forma que nunca los efectos colaterales le incapacitaron para dejar de seguir trabajando.
Mi primer nietecito nació antes que mi hijo iniciara la 2da parte del tratamiento, la radioterapia.
El tratamiento de radioterapia terminó, y los médicos tratantes emitieron el diagnóstico: En estado de remisión (sano en término médico, referente a la ausencia de cáncer).
En el año 2009, mi nuera se encontró embarazada por segunda ves. Nuestra ansiedad por el desarrollo saludable integral de este bebé lo pusimos también en oración en las manos de Dios. En el 2012 mi nietecita cumplió 3 años y es maravilloso y reconfortante que Dios le halla permitido desarrollarse saludablemente sin ninguna enfermedad ni defecto.
Toda esta historia esta llena de milagros de Dios: La legalización del enfermo, estar cubierto por un seguro médico, tener la fortaleza física para poder trabajar durante el tratamiento, y sus dos hijos saludables. Gracias Dios.