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pazyesperanza

Sanado y perdonado




San Marcos 5

   
ENTRO Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 

    E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 

    Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 

    Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 

    Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 

    Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 

    ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? 

    Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 

   ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 

    Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 

    A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 

   Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. 

 
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