Brujeria para conquistar un amor
¿Brujería para conquistar un amor?
Es muy común en los pueblos y ciudades, desde hace siglos que muchas personas, recurran a la brujería para conquistar el amor de una mujer o un hombre. Muchas son las mujeres, aunque algunos hombres también lo hacen, que a diario recurren a los brujos que por medio del tabaco o las cartas o recurriendo a algunos hechizos de encantamiento o bebidas buscan provocar el enamoramiento de esa persona y que esta no tenga ojos para nadie más.
El origen de la brujería es satánico y para esconder su origen y propósito durante los últimos años Satanás ha trabajado en altas esferas de la sociedad utilizando a supuestos “Guías espirituales” que se disfrazan de personas honestas, sencillas y humildes y mientras los menos favorecidos económicamente recurren a brujos de barrios y de los mercados; estos supuestos guías tienen líneas de atención nacional e internacional, y se caracterizan por vender principalmente esencias, velas de diversos colores, etc.
Parece algo inofensivo, debido a que simplemente se busca lograr el amor o la fidelidad de alguien sin “aparentemente” hacerle daño en su integridad física o moral. Pero ¿Es correcta esta práctica? ¿Qué enseña la Biblia al respecto? ¿Es eso realmente amor? ¿Qué implicación social y moral padece la victima? ¿Le gustaría a usted que le hicieran lo mismo?
La brujería comprende un conjunto de prácticas y actividades mágicas llevadas a cabo con la finalidad de dañar. Cuando se emplea para supuestamente conquistar un amor o lograr su fidelidad, se está dañando a la persona afectada.
Cuando un hombre o una mujer son victima de brujería su entendimiento es nublado y no percibe ni escucha todas las razones que amigos o conocidos le puedan dar sobre la infidelidad de la otra persona, sobre lo que en realidad es esa otra persona , sobre lo que verdaderamente persigue y mucho menos sobre el trabajo que le están haciendo. A todo esto se le dice comúnmente “Está compuesto”
La práctica de brujería para lograr la fidelidad de un hombre y que no se fije en otras o para tenerlo “compuesto” la ejecutaban principalmente mujeres adultas; pero es sorprendente ver como en los últimos años muchas jovencitas han recurrido a dicha práctica para conquistar el amor de un hombre.
Un “amor” condenado
Por medio de estos métodos algunas personas han logrado amarrar a otra y tenerla embobada como un zombi y aparentemente a su disposición , pero ¿Realmente se obtuvo amor y fidelidad? ¿Realmente lo que se recibe llena el espíritu del amor y la fidelidad necesaria? La respuesta indudablemente es no.
Se puede tener atada a la persona y hacer que no se fije en ninguna otra, pero no se ha obtenido su amor y fidelidad, no se han logrado que su corazón y mente sean suyas; simplemente se ha logrado embotar su pensamiento y tenerle a su disposición físicamente.
A este tipo de amor que se logra por medio de la brujería en realidad no es ningún amor y tampoco es fidelidad. La verdadera fidelidad va de la mano del amor puro, tierno y desinteresado que nace del corazón. Ese amor y fidelidad que se logra en la brujería es simplemente un tipo de encantamiento condicionado y condenado a desaparecer y a convertirse en odio y resentimiento con el paso de los años. Nunca se es feliz ni se recibe amor.
Muchas son las personas que después de algunos meses o años han despertado de ese letargo mental al que fueron sometidos por la brujería y cuando lo han hecho han abierto sus ojos y reaccionado de tal manera que huyen y se apartan y no quieren volver a saber nunca nada mas de esa persona.
Cuando la persona afectada reacciona, todo lo hecho por el o la practicante de la brujería se viene al suelo.
Hace tiempo conocí a una mujer que entregó su vida a Cristo y se consagró por completo a él. Ella desde muy joven había sido víctima de este tipo de brujería. Un hombre con bebidas la hizo su mujer y la tuvo atada a él por muchos años, durante este tiempo tuvieron dos(2) hijos, pero nunca fue feliz y nunca amó a esa persona. Ella sentía que no era ella y que su mente estaba nublada. Hoy dicha mujer se encuentra liberada por Jesús de las garras del enemigo
Revela la poca estima
Es lamentable que muchas jóvenes y adultas, y aun hombres recurran a la brujería para supuestamente conquistar el amor de alguien. No se sienten capaces de lograr por sus propios méritos y atractivos que ese otro ser les ame y acepte como son. Viven un amor ficticio basado en el encantamiento y la mentira.
Las persona que recurre a la brujería para supuestamente conquistar un amor , está revelando cuan baja es su estima y cuan incapaz se siente. Está demostrando que por dentro está vacía y que no tiene amor propio y no cree en su belleza ni capacidades.
Una persona con elevada estima es madura y puede aceptar con humildad sus triunfos y derrotas. Puede aceptar que no logró conquistar la otra persona porque quizás esa otra persona ame a otra y no tiene porque rebajarse a recibir limosnas de cariño hechizándola. Si realmente le quiere le dejará ser feliz al lado de quien ella ama y esperar que lleguen otras y nuevas oportunidades.
Esclavos de la brujería
La persona que recurre a estos métodos para conseguir un “amor” se convierte en esclavos de la brujería. Cada determinado tiempo están obligados a continuar administrando sus esencias o encantamientos a la persona amarrada. Y cuando dejen de hacerlo todo el castillo de arenas que han construido se irá al suelo.
Los que han recurrido a la brujería están obligados a practicar ciertos ritos de limpieza, ya sea en el cuerpo o la casa. Dichas personas ven y escuchan cosas, donde otros no las ven, les salen cosas y oyen ruidos en el techo o la habitación siguiente, sus sueños no son tranquilos y se levantan sobresaltados y son factibles a que otra persona les haga también brujería.
Las personas que han recurrido a la brujería nunca prosperan y toda la vida viven condenados a la ruina. El dinero no les alcanza y pareciera que en nada se gastó. La salud en la familia es afectada y los hijos, padres o hermanos con mucha frecuencia se enferman o accidentan.
La brujería y el satanismo
Muchas personas creen que dicho encantamiento para conseguir pareja o lograr su fidelidad parece algo sencillo y sin muchas implicaciones, pero si investigaran un poco más se darían cuenta que detrás de toda la brujería está Satanás y que muchos de los rezos y encantamientos administrados están dedicados a un ser al que en brujería llaman “ La santa madre muerte” que es el mismo Satanás.
No existe la magia negra ni magia blanca, todas estás practicas hacen parte de la brujería. Las brujas tienen sus rezos y algunos de ellos son pidiendo protección o prosperidad a Satanás. Desde la antigüedad siempre se ha creído que las brujas hacen pacto con Satanás y que en determinado tiempo deben hacer sacrificios; ya sea animal o persona dedicados a este.
Satanás mismo se ha encargado de difundir por el mundo sus engaños y mentiras. Satanás utiliza a los brujos(as) como sus agentes encargados aquí en la tierra. Todo hechizos y encantamientos utilizado para conseguir pareja hacen parte de sus mentiras y planes para atrapar a la humanidad.
Lo que la Biblia enseña:
La Biblia enseña que toda persona que practicara brujería debía inevitablemente morir.
“No dejarás que vivan las brujas” Éxodo 22:18(Reina Valera 1989)
El término hebreo traducido como bruja” es “Kasháf” el cual también puede ser traducido como hechicera o encantador. Se refiere a alguien que pretendía tener conocimiento o poder sobrenaturales que usaba para influir en los dioses o para emitir efluvios mágicos.
Cuando una persona práctica brujería para atar a sí misma a otra está cayendo en las redes de Satanás y condenándose a ser destruida junto al brujo(a) que consultó.
La brujería era un tema muy delicado y por ningún motivo un hijo de Dios podía consultarla y cuando alguien lo hacía su castigo inevitable era la muerte.
En la Biblia se narra la consulta del rey Saul a una pitonisa en Endor con el propósito de conocer la palabra del fallecido profeta Samuel. La consulta del rey a esta bruja trajo como consecuencia la desaprobación divina y la posterior muerte del rey(1 Samuel 28).
Otros textos que ayudan a comprender la magnitud de la práctica de brujerías son:
Deuteronomi9o 18:10-12 “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti”
Levítico 20:27 “Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos”