Utilizado en la predicación
Utilizado en la obra de la predicación
Cuando nos casamos en 1979, mi esposa y yo fuimos a vivir a un pueblo (aunque yo viajaba a la ciudad diariamente por trabajo) donde no había presencia adventista.
En ese pueblo mi suegro compró un terreno y realizó una construcción para que funcionara una iglesia. Invitó a varios de sus conocidos a las reuniones. Con ello se inició un grupo que a la fecha ya se organizó como iglesia.
Desde ese año, con mi esposa comenzamos a impartir estudios bíblicos a las personas que llegaron a la congregación, y a otras a quienes nos referían. Nunca en mi vida me imaginé que podría ni estaría dando estudios bíblicos.
Algo que a hasta la fecha no me gusta, ni hago, es iniciar un contacto en frío. Tocar puertas desconocidas no me causa el más mínimo entusiasmo. Pero la satisfacción de ver personas transformadas y agradecidas con Dios nos estimuló a desear continuar dando estudios bíblicos. Así que, nos pusimos de acuerdo con mi esposa y le propusimos un trato a Dios: Nosotros daríamos estudios bíblicos y El enviaría a los estudiantes... Le propusimos que los enviara a la iglesia.
En el pueblo vivimos tres años, y luego nos volvimos a mudar a la ciudad. Es increíblemente milagroso, como, durante los últimos 32 años Dios ha cumplido su parte del trato, no ha habido año en que no envíe dos o tres personas a las cuales el Espíritu Santo ha impresionado con la necesidad de buscar a Dios. (La iglesia a la que asisto desde hace 25 años se encuentra dentro de las instalaciones de un colegio ASD y es muy difícil verla desde la calle).
Realmente es increíble como al terminar de estudiar con un interesado y bautizarse, el Señor envía otro u otros... a la iglesia, nunca ha faltado a quien impartir el conocimiento de la salvación. Personas que al saludarlas y darles la bienvenida de manera personal, dentro de la iglesia, simplemente dicen: “Vi la iglesia y entré”; “He visto 3ABN y estaba buscando la iglesia de ese canal de televisión”; “Leí el conflicto de los Siglos y buscaba la iglesia de ese libro”; “Leí del sábado en la biblia y vi que esta iglesia estaba abierta hoy sábado y entré”, etc. Etc.
Hace unos meses atrás, un hermano me invitó a predicar en su iglesia, y cuando me presentó a la congregación informó que le habíamos dado estudios bíblicos en las gradas del colegio de la iglesia . Al terminar el culto divino, le dije que yo no me recordaba de lo que había dicho, pero me afirmó que yo le había dado los estudios. Yo no me acuerdo de los bautizados, no llevo cuenta, pero una cosa se: Que Dios ha cumplido de forma milagrosa su parte del trato.
Jasobamr