Sec5 Bajo control
Sección 5—Bajo Control
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En Cristo Hay Poder para Controlarse
Todos son responsables por sus actos mientras estén en este mundo de prueba. Todos tienen poder para controlar sus acciones si lo desean. Si son débiles en la virtud y en la pureza de los pensamientos y actos, pueden obtener ayuda del Amigo de los desvalidos. Jesús está familiarizado con todas las debilidades de la naturaleza humana, y si se le suplica, dará fortaleza para vencer las más poderosas tentaciones. Todos pueden obtener esta fortaleza si la buscan con humildad.
“Si, pues, coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” 1 Corintios 10:31. Este principio yace en el cimiento de todo acto, pensamiento y motivo; la consagración del ser entero, tanto físico como mental, debe estar bajo el control del Espíritu de Dios... Puede hacer todas las cosas mediante Cristo que lo fortalece.
No se han de favorecer los matrimonios prematuros. Un compromiso tan importante como el matrimonio, y de resultados tan trascendentales, no debe contraerse con precipitación, sin la suficiente preparación y antes de que las facultades intelectuales y físicas estén bien desarrolladas.
Los afectos formados en la infancia han terminado frecuentemente en uniones desgraciadas o separaciones vergonzosas. Rara vez han resultado felices las uniones prematuras, si han sido hechas sin el consentimiento de los padres... Una vez que ha madurado el criterio, se contemplan atados [52] el uno al otro para siempre, y quizás sin condiciones para hacerse mutuamente felices. Entonces, en vez de tratar de sacar el mejor partido de su suerte, se hacen recriminaciones, la brecha se agranda hasta sentir completa indiferencia y despreocupación del uno hacia el otro. La palabra hogar no tiene nada de sagrado para ellos. Hasta su misma atmósfera queda envenenada por palabras duras y amargos reproches.
Aun cuando se haya comprometido sin un conocimiento pleno del carácter de la persona con quien intenta unirse, no piense que el compromiso hace que sea imprescindible que tome sobre sí el voto matrimonial y vincule su vida con alguien a quien no puede amar ni respetar. Hay que ser muy cuidadosos antes de entrar en compromisos; pero mejor, mucho mejor es quebrantar el compromiso antes del matrimonio que separarse después, como muchos lo hacen.
Ana María parece egocéntrica y voluntariosa, no ejerciendo siempre el mejor juicio en la elección de amigos. El joven de su elección especial procede de una familia de adventistas prominente; no obstante es irreligioso, y se burla de la iglesia y de las cosas espirituales. Es engañoso, aparentando ser lo que no es delante de Ana María, a fin de ganar su corazón. Elena de White considera el efecto casi hipnótico que puede tener una relación tal, y presenta algunas cosas que permiten adentrarse hasta el corazón mismo de la situación. [53]
Essex Junction, Vermont
Agosto 22, 1875
Querida Ana María:
Se me han mostrado algunas cosas concernientes a ti que no me atrevo a retener por más tiempo porque creo que estás en peligro. Dios te ama y te ha dado evidencias inconfundibles de ese amor. Jesús te ha comprado con su propia sangre, ¿y que has hecho tú por él?
Te amas a ti misma, amas los placeres, y amas la compañía de hombres jóvenes; pero no eres capaz de discernir entre lo digno y lo indigno. No tienes experiencia ni juicio y estás en peligro de adoptar una conducta que demostrará estar completamente equivocada y resultará en tu ruina. Tienes afectos fuertes, pero tu inexperiencia hace que los coloques en objetos impropios. Debieras estar en guardia y no seguir la inclinación de tu mente.
Mi querida niña, vivimos entre los peligros de los últimos días. Satanás está tratando de corromper las mentes de los jóvenes con pensamientos, afectos y simpatías que ellos consideran como amor real y genuino, pero con los que no deben jugar. Esto es lo que se me mostró en tu caso. Poco conoces cuán grandes y llenas de ansiedad han sido las cargas que tus padres han estado llevando por ti.
No has honrado a tus padres como Dios lo requiere de ti. El pecado de esta generación entre los hijos es que son “desobedientes a los padres, ingratos, impíos, ... amadores de los deleites más que de Dios” 2 Timoteo 3:2, 4. Y esta situación existe en grado tal que ha sido mencionada en la profecía como una de las señales de que estamos viviendo en los últimos días del tiempo del fin.
Perteneces a Dios. Te ha bendecido con vida, con salud, con aptitudes y raciocinio que puedes desarrollar para ser más útil, o puedes abusar grandemente de estas capacidades y cualidades entregándolas al control de Satanás. Eres responsable por los dones que Dios te ha dado. Puedes, mediante el máximo desarrollo de estos privilegios, capacitarte para una posición de influencia y cumplimiento del deber.
En mi última visión se me mostró que muchos de los jóvenes de Battle Creek no tienen el temor de Dios, ni tampoco predisposición religiosa. También hay otra clase, la de los burladores. Entre los últimos se [54] encuentra Arturo Jones. Toda su vida ha sido un rebelde. Deshonró a sus padres. Despreció la restricción del hogar y la autoridad paterna, rebelándose contra ellos. No se ha humillado. El espíritu de rebelión le resulta tan natural como la respiración. Es pendenciero en el hogar, desobediente, terco, vanidoso, ingrato y mundano. Un espíritu tal es el que tú favoreces. Estás permitiendo que tus afectos vayan tras este muchacho. Detente allí mismo donde estás. No te permitas dar un paso más en este asunto.
Se me mostró que él se burla de la religión, que es un miserable incrédulo, un escéptico. Se divierte a costa de las cosas religiosas. Aparenta exteriormente ser correcto a fin de mantener tu favor, pero toda su vida ha sido un rebelde en el hogar y un rebelde contra Dios.
No importa qué es lo que diga para engañarte, Dios lo contempla tal como es y te advierte que no debes cultivar sentimientos de afecto hacia este joven. Corta toda vinculación íntima y estrecha con él. Es indigno de tu amor. No te respetará, ni respetará ni honrará a tus padres.
No debes mostrarte tan dispuesta a entregar los afectos de tu corazón. Eres joven y sin malicia. Con toda seguridad serás engañada a menos que te mantengas más vigilante. Dios tiene propósitos para contigo que Satanás desea estorbar. Entrégate sin reservas a Dios; vincúlate con el cielo.
No te dejes apartar de tu Redentor por un joven irreligioso, un burlador de las cosas sagradas. Corta de inmediato la intimidad que existe entre ustedes. No sigas tu propia inclinación, sino al Salvador. Es vida eterna, mi querida niña, vida eterna lo que debes anhelar a cualquier costo. No la sacrifiques en aras de tu placer, por seguir tus propios sentimientos, sino que entrégate a Jesús, ámalo y vive para su gloria.
Presta atención a estas palabras, actúa en consonancia con ellas y Dios te bendecirá abundantemente. Acepta la reprensión como proveniente de Dios, acepta la orientación y el consejo que se te dan con amor.
Dios te ha dado oportunidades áureas. Mejóralas. Aprovecha al máximo el tiempo. Has que tu alma busque a Dios fervientemente. Humilla tu corazón delante de él y con la sencillez de una fe humilde, toma tu cruz y tus responsabilidades, y sigue al Modelo que te fue dado. El cielo te parecerá muy barato. La preciosa vida inmortal les será dada a todos los que eligen el sendero de la obediencia humilde. Desde este momento en adelante, ¿harás un cambio completo en tu vida y tratarás de [55] conocer cuál es la voluntad de Dios para ti? No descuides este tiempo de privilegios, sino que ahora, ahora mismo, coloca todo a los pies de Jesús y sírvele con tus afectos indivisos. Dios te ayude a romper los grillos con los que Satanás ha tratado de aherrojarte.
Con premura y mucho amor,
Ellen G. White,
Carta 30, 1875 [56]
Esta carta contiene algunas de las advertencias y consejos más severos de la sierva del Señor que se encuentran en este libro. Parece que Isabel tiene tantos problemas y debilidades personales que su caso es desesperado. Al principio esta carta pareciera ser un juicio final de Dios, pero justamente en la mitad de toda la reprensión se encuentran las siguientes palabras de ánimo: “No considero tu caso desesperado; si así fuera, mi pluma no estaría escribiendo estas líneas”. Elena G. de White concluye con una fuerte apelación para la conversión de Isabel. [57]
Querida Isabel:
Se me ha mostrado que estás en peligro de caer completamente bajo el control del gran adversario de las almas. Te opones a la restricción, eres obstinada, voluntariosa y terca, y les has dado muchos problemas a tus padres. Ellos cometieron equivocaciones. Tu padre te consintió imprudentemente. Tú te aprovechaste de esto y te volviste engañosa. Recibiste aprobación que no mereces.
En la escuela tenías un maestro bueno y noble, sin embargo te indignabas porque te controlaba. Pensaste que por ser hija del pastor Cole, tu maestro debía mostrar preferencia por ti, y que no debiera haberse tomado la libertad de corregirte y reprenderte Mientras estabas en la escuela hubo ocasiones en que fuiste problemática, atrevida y desafiante, y en gran medida te faltó modestia y decoro. Eras descarada, egoísta y orgullosa y necesitabas disciplina firme tanto en el hogar como en la escuela.
Tienes ideas incorrectas en cuanto a la sociabilidad entre las niñas y los jóvenes, y te resulta muy atrayente estar en compañía de los muchachos. Te hiciste daño leyendo novelas de amor y de romances y tu mente quedó fascinada con pensamientos impuros. Tu imaginación se corrompió al punto de no tener poder para dominar tus pensamientos. Satanás te lleva cautiva a su voluntad.
Tu conducta no ha sido casta, ni modesta ni de buen nombre. No tienes el temor de Dios delante de tus ojos. Mi querida niña, a menos que te detengas justamente donde estás, con seguridad la ruina está delante de ti. Cesa en tus ensueños, en tu forjar de castillos en el aire. Detén tus pensamientos de ir tras los canales de la necedad y de la corrupción. Si albergas imaginaciones vanas, permitiendo que tu mente se detenga sobre pensamientos impuros, eres en cierto grado, tan culpable delante de Dios como si tus pensamientos fueran llevados a la acción. Lo único que impide la acción es la falta de oportunidad. Tendrás que transformarte en una fiel centinela de tus ojos, de tus oídos y de todos los sentidos si quieres controlar tu mente e impedir que pensamientos vanos y corruptos manchen tu alma. La imaginación debe controlarse en forma definida y continua a fin de que las pasiones y los afectos se sometan a la razón y a la conciencia. Estás en peligro, pues estás a punto de sacrificar tus intereses eternos sobre el altar de la pasión. La pasión está obteniendo el [58] dominio definido de todo tu ser; y una pasión ¿de qué calidad? De naturaleza baja y destructora.
Te ruego que te detengas donde estás. No avances ni un solo paso más en tu sendero obstinado y desenfrenado, porque delante de ti están la miseria y la muerte. A menos que ejerzas autocontrol con relación a tus pasiones y afectos, acarrearás sobre ti desprestigio a la vista de los que te rodean y tu carácter será de mal nombre mientras vivas.
No considero que tu caso sea sin esperanza. Si así fuera, mi pluma no estaría trazando estas líneas. Con la fortaleza de Dios, puedes redimir tu pasado. Puedes obtener excelencia moral de modo que tu nombre se asocie con cosas puras y santas. Puedes elevarte. Dios ha provisto para ti la ayuda necesaria.
Piensas demasiado en ti misma, en tu astucia, que te ha llevado a una afectación y vanidad tales que casi han hecho de ti una necia. Tu lengua es engañosa, ejercitada en la tergiversación y la falsedad Oh, mi querida niña, si reflexionaras; si tu conciencia aletargada y mortecina despertara y pudieras cultivar habitualmente el sentimiento de la presencia de Dios, y te mantuvieras sometida al control de una conciencia iluminada y despierta, te sentirías feliz y serías una bendición para tus padres, cuyos corazones ahora están adoloridos. Puedes llegar a ser un instrumento de justicia para quienes se asocian contigo. Necesitas una conversión completa, sin la cual te encuentras en hiel de amargura y en ligaduras de iniquidad.
Saca de tu cabeza de niña la idea del casamiento. En ninguna forma estás preparada para eso. Necesitas años de experiencia antes de que estés calificada para entender los deberes y tomar las cargas de la vida matrimonial.
Puedes convertirte en una niña prudente, recatada y virtuosa, pero no sin un esfuerzo ferviente. Debes velar, orar, meditar, investigar tus motivos y tus acciones. Analiza detenidamente tus sentimientos y tus actos. ¿Realizarías un acto impuro en la presencia de tu padre? Ciertamente no; pero lo cometes en la presencia de tu Padre celestial que es tanto más exaltado, santo y puro. Sí, corrompes tu cuerpo en la presencia de los ángeles puros y sin pecado y en la presencia de Cristo, y continúas haciéndolo sin tomar en cuenta la conciencia, ni la luz, ni las amonestaciones que te han sido dadas. [59]
Ríndete a Cristo sin demora; solamente él, por el poder de su gracia, puede redimirte de la ruina. Solamente él puede devolver la salud a tus facultades morales y mentales. Tu corazón puede ser enternecido con el amor de Dios; tu entendimiento puede aclararse y madurar; tu voluntad puede llegar a ser recta y santificada, sometida al dominio del Espíritu de Dios. Puedes hacer de ti lo que elijas. Si ahora cambias de frente, si cesas de hacer el mal y aprendes a hacer el bien, ciertamente entonces serás feliz; tendrás éxito en las batallas de la vida y te elevarás a la gloria y el honor en la vida mejor. “Escogeos hoy a quién sirváis”.
Ellen G. White,
Carta en Testimonies for the Church 2:558-565 [60]
No Debemos Amoldarnos a las Costumbres del Mundo
Los que no quieran ser víctimas de las trampas de Satanás, deben guardar bien las avenidas del alma; deben evitar el leer, mirar u oír lo que podría sugerir pensamientos impuros. No se debe permitir que la mente se espacie al azar en cualquier tema que sugiera el enemigo de nuestras almas. Hay que vigilar fielmente el corazón, porque los males de afuera despertarán los males de adentro, y el alma vagará en tinieblas.
A fin de ser sabios, los que quieran tener la sabiduría de Dios deben llegar a parecer insensatos con respecto al conocimiento pecaminoso de esta época. Deben cerrar los ojos para no ver ni aprender el mal. Deben taparse los oídos, para no percibir lo malo ni obtener un conocimiento que mancillaría la pureza de sus pensamientos y actos. Y deben guardar su lengua para no expresar comunicaciones corruptas y para que no se halle engaño en su boca.
Se nos ordena que crucifiquemos la carne, con los afectos y las concupiscencias. ¿Cómo lo haremos? ¿Infligiremos dolor al cuerpo? No, pero daremos muerte a la tentación a pecar. Debe expulsarse el pensamiento corrompido. Todo intento debe someterse al cautiverio de Jesucristo. Todas las propensiones animales deben sujetarse a las facultades superiores del alma. El amor de Dios debe reinar supremo; Cristo debe ocupar un trono indiviso. Nuestros cuerpos deben ser considerados como su posesión adquirida. Los miembros del cuerpo han de llegar a ser instrumentos de la justicia.
Muchos jóvenes están ansiosos de obtener libros. Leen todo lo que cae en sus manos. Las historias excitantes de amor y las imágenes impuras tienen una influencia corruptora. Las novelas son ansiosamente leídas por muchos, y como resultado, su imaginación se contamina. Circulan frecuentemente para la venta fotografías de mujeres desnudas.
Vivimos en una época en que la corrupción surge por todas partes. La concupiscencia de los ojos y las pasiones corruptas se despiertan por la contemplación y por la lectura. El corazón se corrompe por medio de la imaginación. La mente se complace en contemplar escenas que despiertan las pasiones más bajas y viles. Estas imágenes viles, vistas a través de una [61] imaginación contaminada, corrompen la moral y preparan a los individuos engañados e infatuados para que den rienda suelta a pasiones concupiscentes.
Evítese la lectura y la contemplación de cosas que sugieran pensamientos impuros. Cultívense las facultades morales e intelectuales. No se permita que estas nobles facultades se debiliten y perviertan por demasiada lectura aun de libros de historias.
Satanás ha descendido con gran poder para obrar sus engaños. Ocupa la mente e imaginación con cosas impuras e ilegítimas. Los cristianos llegan a ser como Cristo en carácter contemplando al Modelo divino. Aquello con lo cual entran en contacto tiene una influencia modeladora sobre su vida y carácter. Leí cierta vez de un pintor que nunca contemplaba una pintura imperfecta ni siquiera por un solo momento, debido a que podría tener una influencia deteriorante sobre su propio ojo y concepciones. Aquello que nos permitimos mirar con más frecuencia, y en lo que más pensamos, se transfiere en gran medida sobre nosotros. [62]